La primera de las finales que nos quedan para lograr la permanencia se saldo con victoria para el Depor. Y es que parece que nuestros jugadores solo reaccionan cuando tienen la soga al cuello. Los resultado de la jornada habían colocado al Depor en puestos de descenso lo que hacía, aun más importante si cabe el partido contra el Villareal. Los amarillos, más concretamente su entrenador, Garrido, llegaban creciditos a Riazor, pero no contaban con que nuestros chicos sacasen el tesón y la actitud tan reclamada últimamente. Un partido marcado por las ganas que pusieron nuestros jugadores, con un Juan Rodríguez que volvió a recordar al” Juanro” de temporadas pasadas, pusieron las cosas difíciles al submarino amarillo.
Este es el camino a seguir, ahora solo queda mantener esta actitud de aquí a final de temporada, esperemos que lo visto el domingo en Riazor no fuese un espejismo.