Corren tiempos convulsos por la Plaza de Pontevedra pero aquí no vamos a tratar los temas conocidos por todos,para eso están los periodistas (si aún queda alguno que no se aventura a dar hipótesis absurdas como si fuesen noticias confirmadas)os vamos a hablar de una pasión, de un sentimiento.
Estoy segura que casi todos los que leéis esto recordáis como si fuese ayer, el día en el que os disteis cuenta de que este veneno os había invadido.Algunos será por vivir el ambiente de la ciudad,otros por la influencia de familiares y me consta que alguno de fuera de Galicia simplemente por ver la magia que desplegaba el equipo en el campo.
Tantas cosas hemos vivido desde entonces: títulos ,derrotas, noches de gloria por toda Europa, goleadas en Vigo, descensos, ascensos...mil y un momentos que nos han hecho ser como somos, sentir lo que sentimos. El deportivismo es una raza especial, y se que esto lo dicen todas las aficiones pero es que en nuestro caso es verdad. La mayoría pertenecemos a una generación que comenzó a vivir el Depor en sus momentos de auge, muchos por no decir casi todos pensaban que eso haría que cuando llegasen la vacas flacas abandonaríamos el barco, nos iríamos por donde llegamos y nos buscaríamos un camino más fácil, una camiseta sin rayas azules y alguna estrellita más. Pero esos días llegaron nuestro Depor se acercaba al descenso y ahí empezamos a demostrar que éramos distintos, estuvimos más que nunca y el descenso llegó, pero ese día, ese preciso instante todo el país se dio cuenta de que éramos una raza distinta. Aún recuerdo las palabras de.admiración de todo el mundo por nuestra reacción, por apoyar y no acusar, por animar y no insultar, por seguir sintiendo el escudo y no abandonar.
En el que hasta entonces era el año más difícil de nuestro equipo batimos record histórico de socios,llenamos el estadio partido tras partido y recorrimos España entera por campos de segunda para no dejar nunca solos a los hombres que defendían nuestro escudo. No hubo un sólo estadio en el que no hubiese un nutrido grupo de deportivistas luchando por llevar a los nuestros en volandas de vuelta al sitio que el equipo se había ganado por derecho propio en sus más de 100 años de historia. No fue un camino de rosas, fue largó muy largó,fue duro más de lo que muchos piensan,pero juntos batimos récords superamos todas las barreras y conseguimos el tan ansiado ascenso.Todo ello por estar unidos,por no dejar que nos separasen por no rendirnos jamas, por no abandonar el barco.
Hoy vivimos un momento aún más difícil,con aún más incertidumbre y son muchos los que se relamen por creer que huelen el cadáver de este club, son muchos los que esperan y desean que llegue la desunión, que nos rindamos abandonemos el barco y dejemos que se hunda para siempre, todo ello sólo para poder decir YO YA LO DIJE.
¿Pero sabéis que? Eso no va a ocurrir.Volveremos a demostrar que somos una especie diferente, que pase lo que pase para nosotros este escudo y esta camiseta esta por encima de deudas, embargos, leyes concursales o toda la mierda que quieran echarnos encima.
ESTA HINCHADA NUNCA SE RINDE y lo volveremos a demostrar partido tras partido, llenando Riazor, viajando a donde haya que viajar, sufriendo desde la lejanía del Bar Bergantiños y llevando el blanquiazul más alto que nunca. Por que nosotros seguimos siendo especiales y siempre llevaremos este escudo y estos colores, que llevan más de 100 años representando a toda una ciudad, en lo más profundo de nuestro corazón. El sentimiento y la afición no se embargan, que nadie lo olvide. SEMPRE CO DEPOR